Francisco: discutir con el Señor es un signo de amor

En su homilí­a en Casa Santa Marta el Papa Francisco habló de la relación que los sacerdotes deben tener con Dios. 

PAPA FRANCISCO

'Esta es la pregunta que me hago a mí­, a mis hermanos obispos y a los sacerdotes. ¿Cómo va el amor de hoy, el de Jesús, no? ¿Es como el primero? ¿Estoy enamorado como el primer dí­a? ¿O el trabajo, las preocupaciones me hacen mirar un poco otras cosas y olvidar un poco el amor? Los matrimonios discuten, discuten. Y eso es normal. Pero cuando no hay amor, no se discute, se rompe. ¿Discuto yo con el Señor? Esto es un signo de amorâ?. 

El Papa recordó la misión que Jesús pidió a Pedro de apacentar a sus ovejas. Dijo que los sacerdotes deben ser pastores y responder a la llamada de Jesús que les dice: 'Sí­guemeâ?.

EXTRACTO DE LA HOMILíA DEL PAPA

Fuente: Radio Vaticana

'Esta es la pregunta que me hago a mí­, a mis hermanos obispos y a los sacerdotes. Cómo va el amor de hoy, el de Jesús, ¿no? ¿Es como el primero? ¿Estoy enamorado como el primer dí­a? ¿O el trabajo, las preocupaciones me hacen mirar un poco otras cosas y olvidar un poco el amor? Pero los matrimonios  discuten, discuten. Y eso es normal. Pero cuando no hay amor, no se discute, se rompe. ¿Discuto yo con el Señor? Esto es un signo de amorâ?. 

'Apacienta. Con la teologí­a, con la filosofí­a, con la petrologí­a, con lo que estudias, pero apacienta. Se pastor. Porque el señor nos ha llamado para esto. Y las manos del obispo sobre nuestra cabeza son para ser pastores. Es una segunda pregunta, ¿no? La primera es: â??¿Cómo va el primer amor?â??. La segunda es ésta: â??¿Soy pastor, o soy un empleado de esta ONG que se llama Iglesia?â??. Hay una diferencia. ¿Soy pastor? Una pregunta que yo debo hacerme, que los obispos se deben hacer, y también los sacerdotes: todos. Apacienta. Pastorea. Ve adelanteâ?. 

'Si nosotros hemos perdido la orientación o no sabemos cómo responder sobre el amor, no sabemos cómo responder sobre este ser pastores, no sabemos cómo responder o no tenemos la certeza de que el Señor no nos dejará solos, incluso en los momentos perores de la vida, en la enfermedad, Él dice: â??Sí­gueme. Es ésta nuestra certidumbre. Sobre las huellas de Jesús. En ese camino. â??Sí­guemeâ?. 

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