A medida que grupos como el Estado Islámico ganan fuerza, es inevitable preguntarse si la religión promueve la paz o si, por el contrario, favorece la violencia. La Comunidad de San Egidio organizó este congreso de dos días en Amberes, Bélgica, para responder a esta pregunta.
MARCO IMPAGLIAZZO
Presidente, Comunidad de San Egidio
'El congreso de este año se celebra en un momento muy delicado de la Historia. Todos los días se habla de la violencia extremista y totalitaria que se lleva a cabo en nombre de una religión en Oriente Medio, Irak, Siria y Libiaâ?.
Estos encuentros internacionales nacieron tras el encuentro interreligioso de Asís. El de este año coincide con un aniversario clave: se celebran los 100 años del inicio de la Primera Guerra Mundial. Entonces, el nacionalismo era la causa de muchos conflictos. Hoy, en cambio, lo es el extremismo religioso. Un problema que han tratado varios líderes religiosos con laicos y hasta personas no creyentes.
MARCO IMPAGLIAZZO
Presidente, Comunidad de San Egidio
'Los musulmanes mismos reconocen que se enfrentan a un gran problema dentro del Islam, y es cómo educar a los jóvenes. Muchos jóvenes se están alejando de la verdadera religión musulmana y abrazan en su lugar otras versiones. No se dan cuentan de que religión y violencia nunca deberían ir juntasâ?.
Según varios expertos, la raíz del problema está en que varios países islámicos modernos monopolizaron la enseñanza religiosa. A la larga, esta medida condujo a que se usara la religión por motivos políticos y ecónomicos.
A pesar de la magnitud del problema, la conclusión del encuentro es clara: concienciar a las nuevas generaciones de la importancia del diálogo, el respeto y la compresión entre religiones.
KLH/PM
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