La basílica de San Pedro estaba abarrotada de peregrinos de toda América Latina y es que la ocasión lo merecía. El primer Papa latinoamericano presidió la Misa de la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de las Américas.
Fue además una celebración muy especial donde la música tuvo gran protagonismo.
Los cantos eran los de la Misa Criolla, una composición que mezcla la música religiosa y folclórica.
En su homilía, el Papa destacó el papel de la Virgen de Guadalupe como la madre que unió a los pueblos originarios y a los nuevos pueblos de América.
También recordó que la Virgen María demuestra que Dios opta por los humildes y sencillos. Explicó que por eso, hay que pedirle a la Virgen que el futuro de América Latina se centre en los que sufren.
FRANCISCO
'Sea la gracia de ser forjados por ellos a los cuales hoy día el sistema idolátrico de la cultura del descarte los relega a la categoría de esclavos, de objetos de aprovechamiento o simplemente de desperdicioâ?.
Y a modo de oración, invitó a todos los cristianos a confiarse a Nuestra Señora de Guadalupe y a permanecer fieles al Evangelio.
FRANCISCO
'Y si este programa tan audaz nos asusta o la pusilanimidad mundana nos amenaza, que Ella nos vuelva a hablar al corazón y nos haga sentir su voz de madre, de madrecita, de madraza, '¿Por qué tenés miedo? Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madreâ?.â?
Francisco también dijo que América Latina es el 'continente de la esperanzaâ? y pidió que en él se dé un auténtico desarrollo que conjugue tradición cristiana, progreso científico y técnico y justicia y equidad.
Al acabar la Misa el Papa colocó una rosa de oro a los pies de la Virgen. Esta flor tan especial ha peregrinado por las parroquias del continente americano, desde Alaska hasta la Patagonia.
AC
CTV
JM
-BN
Up:PM