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Rome Reports

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Papa le da las gracias a mas de 15,000 voluntarios de la JMJ


El Papa Francisco se reunió con  los más de15.000 voluntarios que han trabajado para que la JMJ Rí­o 2013 haya sido un éxito.

El Papa no quiso marcharse de Brasil sin antes agradecer a estos jóvenes su generosa entrega de meses preparando esta vigésimo octava Jornada Mundial de la Juventud.

Los voluntarios polacos, que recogen el testigo de la próxima JMJ Cracovia 2016, regalaron al Papa una camiseta con su nombre. Francisco bendijo a todos los voluntarios y les pidió que rezaran por él.

DISCURSO PAPA: 

Queridos voluntarios

 Buenas tardes.

No podí­a regresar a Roma sin haberles dado las gracias personal y afectuosamente a cada uno de ustedes por el trabajo y la dedicación con que han acompañado, ayudado, servido a los miles de jóvenes peregrinos; por tantos pequeños gestos que han hecho de esta Jornada Mundial de la Juventud una experiencia inolvidable de fe. Con la sonrisa de cada uno de ustedes, con su amabilidad, con su disponibilidad para el servicio, han demostrado que "hay más dicha en dar que en recibir" (Hch 20,35).

El servicio que han prestado en estos dí­as me ha recordado la misión de san Juan Bautista, que preparó el camino a Jesús. Cada uno de ustedes, a su manera, ha sido un medio que ha facilitado a miles jóvenes tener "preparado el camino" para encontrar a Jesús. Y éste es el servicio más bonito que podemos realizar como discí­pulos misioneros: Preparar el camino para que todos puedan conocer, encontrar y amar al Señor. A ustedes, que en este perí­odo han respondido con tanta diligencia y solicitud a la llamada para ser voluntarios de la Jornada Mundial de la Juventud, les quisiera decir: Sean siempre generosos con Dios y con los otros. No se pierde nada, y en cambio, es grande la riqueza de vida que se recibe.

Dios llama a opciones definitivas, tiene un proyecto para cada uno: descubrirlo, responder a la propia vocación, es caminar hacia la realización feliz de uno mismo. Dios nos llama a todos a la santidad, a vivir su vida, pero tiene un camino para cada uno. Algunos son llamados a santificarse construyendo una familia mediante el sacramento del matrimonio. Hay quien dice que hoy el matrimonio está "pasado de moda"; en la cultura de lo provisional, de lo relativo, muchos predican que lo importante es "disfrutar" el momento, que no vale la pena comprometerse para toda la vida, hacer opciones definitivas, "para siempre", porque no se sabe lo que pasará mañana. Yo, en cambio, les pido que sean revolucionarios, que vayan contracorriente; sí­, en esto les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional, que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, que no son capaces de amar verdaderamente. Yo tengo confianza en ustedes, jóvenes, y pido por ustedes. Atrévanse a "ir contracorriente". Atrévanse a ser felices.

El Señor llama a algunos al sacerdocio, a entregarse totalmente a Él, para amar a todos con el corazón del Buen Pastor. A otros los llama a servir a los demás en la vida religiosa: en los monasterios, dedicándose a la oración por el bien del mundo, en los diversos sectores del apostolado, gastándose por todos, especialmente por los más necesitados. Nunca olvidaré aquel 21 de septiembre â??tení­a 17 años- cuando, después de haber entrado en la iglesia de San José de Flores para confesarme, sentí­ por primera vez que Dios me llamaba. ¡No tengan miedo a lo que Dios pide! Vale la pena decir "sí­" a Dios. ¡En Él está la alegrí­a!

Queridos jóvenes, quizá alguno no tiene todaví­a claro qué hará con su vida. Pí­danselo al Señor; Él les hará ver el camino. Como hizo el joven Samuel, que escuchó dentro de sí­ la voz insistente del Señor que lo llamaba pero no entendí­a, no sabí­a qué decir y, con la ayuda del sacerdote Elí­, al final respondió a aquella voz: Habla, Señor, que yo te escucho (cf. 1 S 3,1-10). Pidan también al Señor: ¿Qué quieres que haga? ¿Qué camino he de seguir?

Queridos amigos, de nuevo les doy las gracias por lo que han hecho en estos dí­as. No olviden lo que han vivido aquí­. Cuenten siempre con mis oraciones y estoy seguro de que yo puedo contar con las de ustedes.

[01096-04.01] [Texto original: Portugués]