El Papa pide â??no refugiarse en la rigidez de mandamientos cerradosâ?

El Papa ha lamentado en su homilí­a de hoy la rigidez de quienes se refugian en mandamientos o leyes, pero se pierden lo más importante: el mensaje del perdón de Dios. 

FRANCISCO

'¿Cómo recibo la redención, -el perdón que Dios me ha dado, el hacerme hijo con su Hijo-, con amor, con ternura, con libertad o me escondo en la rigidez de los mandamientos cerrados?... Que siempre son más seguros, entre comillas, pero no te dan alegrí­a porque no te hacen libreâ?.   

Obviamente el Papa no pretende cancelar los mandamientos, sino que pide que no se convierte a Dios en un puñado de leyes. 

EXTRACTOS DE LA HOMILíA DEL PAPA EN ESPAí?OL

(Fuente: Radio Vaticana)

'Cuando Jesús dice: â??El Padre siempre actúa; también yo actúo siempreâ??, los Doctores de la Ley se escandalizaron y querí­an matarlo por esto. ¿Por qué? ¡Porque no sabí­an recibir las cosas de Dios como don! Sólo como justicia: â??Estos son los Mandamientos. Pero son pocos, hagamos más. Y en lugar de abrir el corazón al don, se han escondido, han buscado refugio en la rigidez de los Mandamientos, que ellos habí­an multiplicado hasta 500 o másâ?¦ No sabí­an recibir el don. Y el don sólo se recibe con la libertad. Y estos rí­gidos tení­an miedo de la libertad que Dios nos da; tení­an miedo del amorâ?.

'Y por esto hoy hemos alabado al Padre: â??¡Eres grande Señor! Te amo tanto, porque me has dado este don. Me has salvado, me has creadoâ??. Y ésta es la oración de alabanza, la oración de alegrí­a, la oración que nos da la alegrí­a de la vida cristiana. Y no aquella oración cerrada, triste de la persona que jamás sabe recibir un don porque tiene miedo de la libertad que siembre lleva consigo un don. Sólo sabe hacer el deber, pero el deber cerrado. Esclavos del deber, pero no del amor. Cuando tú te vuelves esclavo del amor, ¡eres libre! ¡Es una bella esclavitud aquella! Pero estos no entendí­an aquelloâ?.

'¿Cómo recibo yo esto que Dios me ha dado â?? la creación â?? como un don? Y si lo recibo como un don, ¿amo la creación, custodio la creación? ¡Porque ha sido un don! ¿Cómo recibo yo la redención, el perdón que Dios me ha dado, el hacerme hijo con su Hijo, con amor, con ternura, con libertad o me escondo en la rigidez de los Mandamientos cerrados, que siempre, siempre son más seguros  â??  entre comillas â?? pero que no te dan alegrí­a, porque no te hacen libre? Cada uno de nosotros puede preguntarse cómo vive estas dos maravillas, la maravilla de la creación y la maravilla de la re-creación. Y que el Señor nos haga comprender esta cosa grande y nos haga comprender lo que Él hací­a antes de crear el mundo: ¡amaba! Que nos haga comprender su amor por nosotros y que nosotros podamos decir, como hemos dicho hoy: â??¡Eres tan grande Señor! ¡Gracias, gracias!â??. Vayamos adelante así­â?.í§

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