Probablemente esta fue la audiencia general más concurrida del año: a pesar de que el tiempo era inestable en la plaza de San Pedro la alegría era desbordante.
Además de saludar con cariño a familias y niños Francisco bajó del papamóvil para escuchar a esta sensacional orquesta.
Durante la audiencia retomó el tema del bautismo. Explicó los gestos y palabras del rito para entender que este sacramento es un don que despierta en cada uno “la vocación a vivir como cristianos”.
Una de las partes fundamentales es cuando se pide el nombre del que va a ser bautizado.
FRANCISCO
“El nombre indica la identidad de una persona. Dios nos llama por nuestro nombre, nos ama personalmente. Pero no termina ahí: a lo largo de los años, Dios sigue llamándonos por nuestro nombre, para que cada día nos parezcamos más a su Hijo Jesús”.
Sobre el bebé o adulto que será bautizado se realiza por primera vez la señal de la cruz. El Papa dijo que es el gesto que marcará su identidad como cristianos y que no se puede hacer de modo automático.
FRANCISCO
“Muchas veces he visto niños que para hacer la señal de la cruz hacen así. Enseñad a los niños a hacer bien la señal de la cruz. Desde niños. Si aprenden de niños lo harán bien después cuando sean grandes”.
Al terminar la audiencia envió un mensaje de apoyo para la próxima reunión primaveral de la Banca Mundial que será en Washington. Manifestó su esperanza de que el fruto de estos encuentros sea la promoción de la economía de los más desfavorecidos y que se promueva su desarrollo integral.
