Hay dos formas de ver al Papa: la de los turistas que pasan por el Vaticano y se encuentran con un acto público o la de los peregrinos como esta familia de Perú que viene a Roma para ver al sucesor de San Pedro.
VIOLETA LIZ ROBLADILLO
“Es una gran bendición para empezar. Se respira paz”.
LIZIA VALERY
“Particularmente a mí me da mucha paz de por sí el haber estado hoy aquí en San Pedro. Vinimos exclusivamente a estar en la audiencia y el domingo pasado estuvimos en el Ángelus con el Papa también. Pero aquí dentro pues es una experiencia muy bonita tenerlo tan cerca”.
Lizia es médica y trabaja en España y Violeta profesora en Perú. Para las dos, las palabras del Papa supusieron un estímulo. A Lizia, para seguir atendiendo a sus pacientes más difíciles. A Violeta, para no perder la esperanza ante los niños de familias desestructuradas a los que intenta enseñar.
VIOLETA LIZ ROBLADILLO
“Tenemos que aplicar muchas estrategias porque estos niños mucho más que la parte académica necesitan la parte moral, la parte de valores. Porque yo veía niños que de repente no iba a poder lograrlo, pero sí se puede. Son niños que necesitan bastante cariño. Bastante amor, porque son niños prácticamente abandonados”.
Ambas no olvidan el viaje del Papa Francisco a Perú en enero de 2018. Violeta dice que fue una visita que sirvió para recordar la importancia de formar familias estables en la sociedad.
Javier Romero
