Antonella y Lorena eran hermanas y fallecieron en un accidente de tráfico pocos días antes de Navidad.
MARÍA CHÉVEZ
Madre de Antonella y Lorena
'Conducía mi hija la mayorcita de 23 años. Y ella, el último mensaje que me hicieron fue 'mamá estamos regresando en carro'. Y así después la cosa más fea en este mundo que no le deseo a nadie, ni al peor enemigo es ver que le vengan a decir: 'Sus hijas han tenido un accidente'. Y después de una hora: 'Las dos han muerto instantáneamente'. Ellas me decían: mamacita, estás trabajando mucho. Y yo les decía: no te preocupes, hijita. No, mamá. Y yo: No te preocupes. Estudien. Que mamá no se preocupa, mamá no siente cansancio y así ellas: Ok, mamá. Cuando termine la laurea (universidad) después ya te reposas. Porque se preocupaban tanto por la mamá'.
De un día para otro María y su marido Luis se quedaron sin sus dos hijas. Son de Ecuador y Bolivia pero viven en Roma desde hace décadas. Después de varias semanas desgarrados por el dolor se desplazaron hasta San Pedro, para ver al Papa. Francisco les escuchó con atención.
LUIS FLORES
Padre de Antonella y Lorena
'El Papa se ha consternado rápido, en el momento que escuchó. Y dedicó atención a las fotos, las ha bendecido'.
-Rezo por ustedes en este dolor. Y rezo por sus hijas.
-Hoy hace un mes.
LUIS FLORES
'Nos ha dado una buena terapia. Que encontremos la fuerza en la oración, en la resignación y que tenemos que ser valientes para honrar las dos criaturas que ahora están en el Cielo. Que tenemos que ser fuertes. Admitir que aquí estamos de paso, que no somos propietarios de nada'.
MARÍA CHÉVEZ
Madre de Antonella y Lorena
'Yo, sinceramente, me metí a llorar porque es apenas un mes de la pérdida de nuestras niñas. Y lógicamente con mi llanto él también se conmovió y me bendijo... Es como se dice una fuerza más para continuar a vivir'.
Luis y María emigraron a Italia en los años 90 y aquí construyeron su vida. Señalan que para ellos ha sido de mucha importancia la ayuda de la comunidad latinoamericana que en estos momentos difíciles ha servido para soportar el dolor.
JRB
