Vaticano y obispos alemanes han tratado de apaciguar los ánimos en Roma, aunque ha quedado más claro que nunca que las tensiones no se resolverán a corto plazo.
Tras la visita ad limina de los prelados germánicos al Vaticano; Santa Sede y conferencia episcopal emitieron un comunicado conjunto.
En él se aprecia un lenguaje menos agresivo que el de otras veces, aunque se señala con claridad que hay graves diferencias por resolver.
La discordia entre ambos nació por las propuestas que están emergiendo en el sínodo local alemán, un sínodo organizado tras la crisis de abusos sexuales en el seno de su Iglesia.
Las propuestas de este sínodo han levantado las alertas en Roma porque podrían abrir la puerta al sacerdocio femenino o admitir relaciones entre personas homosexuales en la Iglesia, entre otras propuestas.
Por ejemplo, en un encuentro ante la prensa al terminar la visita ad limina, el propio presidente de la conferencia episcopal alemana, Georg Bätzing, dijo que personalmente está dispuesto a bendecir a las parejas del mismo sexo. Señaló que no quieren llegar a un cisma, aunque seguirán adelante con su polémico sínodo. De hecho los obispos alemanes en Roma rechazaron la moratoria del proceso sinodal que los altos cargos del Vaticano les propusieron.
A juzgar por el comunicado conjunto y las palabras de Georg Bätzing, la visita ad limina supuso un cara a cara sincero pero cordial, que dejó buenas sensaciones en la Iglesia alemana tras el choque del pasado julio. En aquella ocasión el Vaticano les advirtió que podrían amenazar la unidad de la Iglesia y ellos respondieron con dureza criticando la falta de un diálogo directo con Roma.
Bätzing dijo que apreció mucho la acogida de parte del Papa y el diálogo claro y transparente que mantuvieron con sus colaboradores.
JRB
