Además de San Pedro o las catacumbas, Roma ofrece muchos otros lugares para vivir la Semana Santa de una manera especial.
Uno de ellos, por ejemplo, es la basílica de Santa Croce in Gerusalemme. En una capilla oscura y humilde, se pueden ver reliquias de la crucifixión de Jesús como dos espinas de la corona o pedazos de la Cruz.
“¡Sí! Casi no iba a venir pero no podía irme sin no venir”.
“Estoy tratando de ver todos los lugares importantes como el peregrinaje de las siete iglesias, ¡así que Santa Croce es una parada obligatoria!”
Yo recomendaría venir. Y aunque no seas cristiano, también. Al final es algo que impacta ver.
A solo cinco minutos andando de Santa Croce in Gerusalemme está la Scala Santa. Son 28 escalones que supuestamente recorrió Jesús para hablar con Poncio Pilato. Centenares de peregrinos los recorren de rodillas durante la Semana Santa.
Es bonito, y más bonito porque mis hijas me acompañaron y lo hicieron el subir de rodillas. A lo mejor de rodillas no es tan incomodo como lo fue para Jesús el subir esos escalones. Es como, sentirlo que por ahí estuv, que por ahí pasó.
“............... Te llega”
Además, para aquellos que descubran la Ciudad Eterna esta Semana Santa será una de las últimas oportunidades para visitar el Panteón de forma gratuita. El Ministerio de Cultura y el ayuntamiento de Roma impondrá un precio de 5 euros para entrar, aunque todavía no se ha decidido a partir de cuándo.
DA
