Entre 2000 y 2017 unos 33 países ampliaron los casos en los que se permite abortar legalmente. Son datos del Instituto Guttmacher de Estados Unidos.
En países como Costa Rica el debate está en pleno auge. El gobierno está preparando un reglamento que permita abortar en nuevos supuestos de los contemplados por la ley. En enero los obispos del país manifestaron su desaprobación. Recientemente lo justificaron en un congreso organizado por la Universidad Católica de Costa Rica.
MONS. MARIO ENRIQUE QUIRÓS
Gran Canciller, Universidad Católica Costa Rica
“La Iglesia juega un papel importante especialmente en las mujeres que están en gestación... En cada momento, en cada etapa de su gestación, de su desarrollo de la vida. Es misión de la Iglesia acompañar, formar conciencias y ante todo iluminar como heraldos del Evangelio de la vida”.
En la universidad los expertos invitados advirtieron que la propuesta proaborto presenta graves irregularidades. Para empezar va contra la constitución del país, que considera la vida humana “inviolable”. En segundo lugar: pretenden que el nuevo reglamento suplante a normas de mayor rango que no permiten la ampliación del aborto.
MANRIQUE JIMÉNEZ
Exmagistrado
“Nunca una disposición reglamentaria puede sustituir, variar, o ampliar lo que dice una norma penal”.
FERNANDO SÁNCHEZ
Rector, Universidad Católica de Costa Rica
“Se está buscando en nuestro país lamentablemente por la vía de una norma técnica, aprobar, lo que han querido llamar el 'aborto terapéutico', y que más bien es el aborto impune. Una norma o un tema que debería ser discutido a nivel legal, a nivel legislativo donde ciertamente no tiene ninguna posibilidad política de ir adelante. Ahora han querido llevarlo al plano de un reglamento y apelando a una definición tan amplia y laxa de salud, donde cualquier tema puede caber”.
La creciente aceptación del aborto a nivel mundial preocupa en Roma, donde el Papa ha denunciado reiteradamente el drama del aborto. Explicó que este debate no es una cuestión religiosa sino humana.
FRANCISCO
27 de agosto, 2018
“Nosotros no estamos contra el aborto por motivos religiosos. Estudiar el aborto, comenzando desde el punto de vista religioso, es pasar por encima del pensamiento. El problema del aborto debe ser estudiado desde la Antropología. Ahí es donde está la pregunta de si es ético eliminar un ser viviente para resolver un problema”.
Francisco dice que el aborto es parte de la cultura del descarte, que margina o elimina a quienes considera inútiles y que no se pueden defender.
