Francisco ha convocado a los líderes cristianos de Líbano para rezar juntos por la estabilidad del país.
El encuentro será en el Vaticano el 1 de julio. Es una fecha atípica, pues, normalmente ese día el Papa comienza sus vacaciones.
FRANCISCO
“Desde este momento os pido que acompañéis la preparación de este evento con oración solidaria, pidiendo para ese amado país un futuro más sereno”.
Francisco siempre ha elogiado al Líbano por ser un modelo de convivencia entre cristianos y musulmanes.
También ha apreciado que acoge a refugiados que escapaban de las guerras de Siria o Irak. Cerca de sus fronteras hay casi medio millón de personas en campos de acogida de la ONU.
Pero el país está al límite.
El 55% de su población vive bajo el umbral de la pobreza. La brecha entre la sociedad y una clase dirigente acusada de corrupción es casi irreparable.
El golpe de gracia lo dió la gestión de la pandemia y la crisis de agosto de 2020, cuando la explosión de un depósito en el puerto de Beirut provocó 211 fallecidos.
Entonces dimitió el gobierno y no ha podido crearse ningún ejecutivo.
El Papa se reunió en abril con Saad Hariri, que le pidió apoyos para sacar al país de la parálisis política y económica. Ahora Francisco ha propuesto a los líderes cristianos esta jornada de oración en el Vaticano.
Por el momento ya han aceptado el patriarca católico maronitas, Béchara Boutros Raï y los patriarcas católico y ortodoxo de la Iglesia de Antioquía de los Sirios, Ignatius Joseph III Younán, e Ignatios Afram II Karim.
Por parte de la Iglesia Apostólica Armenia ha confirmado su presencia el catolicós de Cilicia, Aram I.
Javier Romero
