San Juan de Letrán es la catedral de la diócesis de Roma, es decir, la sede de su obispo, que es el papa. Por eso, León XIV fue a tomar posesión de esta basílica, la más antigua de Roma.
Fue el cardenal Reina, el vicario de Roma, el que pronunció la fórmula, mediante la que se invita al pontífice a asumir su papel como obispo de la ciudad.
La cátedra está representada con un trono de mármol y mosaicos, que se encuentra al fondo de la basílica. El simbolismo de este momento levantó todos los aplausos…
Justo después, tuvo lugar este momento. Un grupo, entre los que se encontraban sacerdotes, religiosos y familias romanas, se acercaron al papa en lo que se conoce como rito de obediencia.
En su homilía, León XIV habló del papa Juan Pablo I, cuyo pontificado duró solo 33 días. Recordó de él las palabras que le dijo al pueblo de Venecia cuando fue nombrado patriarca.
LEÓN XIV
A los romanos les digo algo parecido: os aseguro que os amo, que solo deseo entrar a vuestro servicio y poner a disposición todas mis pobres fuerzas, lo poco que tengo y lo que soy.
Al terminar la celebración, León XIV se asomó a la logia de la basílica para saludar a todos lo que lo esperaban fuera, a los que lanzó un mensaje.
LEÓN XIV
Vivir nuestra fe, especialmente durante este Año Jubilar, buscando la esperanza, pero tratando de ser nuestro propio testimonio que ofrezca esperanza al mundo; u n mundo que sufre tanto, tanto dolor, por las guerras, la violencia, la pobreza.
Y, en papamóvil, de San Juan de Letrán a Santa María la Mayor. León XIV volvió a rezar ante la Salus Populi Romani, la patrona de Roma.
El papa también volvió a visitar por segunda vez la tumba del papa Francisco.
Y, finalmente, León XIV salió, igual que en San Juan de Letrán, a la logia de Santa María la Mayor. Volvió así a saludar a todos los presentes antes de volver al Vaticano.
LEÓN XIV
Doy las gracias a todos los que trabajan en esta basílica, a los dos cardenales que me acompañan esta tarde, y a tantas personas que se dedican a ayudarnos a vivir nuestra vida de oración, de devoción, y que sobre todo nos ayudan a acercarnos a la Madre de Jesús, a la Madre de Dios, María santísima. Es una ocasión maravillosa para renovar esta devoción a María, Salus Popoli Romani, que tantas veces ha acompañado al pueblo de Roma en sus necesidades.
Y tras una intensa tarde. León XIV volvió al Vaticano ya oficialmente como obispo de Roma.
CA
