Olena es una joven militar de Ucrania. Y su marido es soldado de guerra. Es lo poco que hemos podido conocer de ella. Todavía no está preparada para contar su historia. Pero hay marcas que hablan más que las palabras.
OLENA, Militar Ucraniana
Le di una de las muletas al santo padre. Esta señal es un símbolo de que por ahora puedo caminar con una muleta. Pero esto es todavía con la esperanza de que la fisioterapia a la que me estoy sometiendo me ayude.
Y este fue el momento en el que pudo saludar a León XIV. A Olena no le importó romper el protocolo y pedirle un abrazo al papa. Probablemente, no era solo el suyo, sino el de todo el pueblo de Ucrania.
Esta muñeca que ven ahora también la tiene el papa. Olena quiso regalársela. No es un simple objeto, sino que la historia que tiene detrás va más allá.
OLENA, Militar Ucraniana
También le regalé una muñeca al santo padre. Estas muñecas las hacen los niños en los búnkeres de Kupiansk, niños que no pueden salir a jugar a la calle. Tienen que quedarse en el búnker y hacer estas muñecas. Es un símbolo de que queremos ser libres. Es pensamiento libre. Y por eso quiero que seamos libres.
No es la primera vez que a un papa le llega una muñeca como esta. Miren aquí al papa Francisco. Un grupo de jóvenes ucranianas le dio en febrero una parecida. Llevaba incrustado un fragmento de bomba que casi le atraviesa el corazón.
BAM/CA
