El 8 de mayo, desde el balcón central de San Pedro, el cardenal protodiácono Dominique Mambertti, anunciaba al mundo la elección del papa número 267: León XIV, primer pontífice originario de Estados Unidos. Y de este momento hace ya 1 mes.
La emoción se podía sentir en la Plaza de San Pedro, miles de personas llegaron en cuanto empezó a salir el humo de color blanco. Después del Habemus Papam, lo más esperado: conocer el nombre del próximo pontífice
Y después, León XIV salió al balcón a saludar a los miles de fieles que esperaban emocionados este momento
En ese preciso momento fue cuando se desató la euforia. El nuevo papa era por por primera vez en la historia estadounidense además de Agustino
P. JOSEPH FARRELL, Asistente General para Norteamérica
Fue una alegría tan grande que me dejó sin aliento, como un suspiro que me quitó la respiración, y luego, lágrimas de alegría. Estaba rodeado de desconocidos, llorando de felicidad por mi hermano
Y los que no pudieron estar físicamente en Roma, lo celebraron desde la distancia con la misma alegría.
JOHN SIMPSON
Estaba en casa y anunciaron que él era estadounidense, así que de inmediato todos en mi vecindario se emocionaron mucho. Luego empezamos a hablar de que fue a Villanova, mi hermana fue a Villanova, mis sobrinas fueron a Villanova… y después hablamos de la comida: el hot dog de Chicago, la pizza de Chicago… es maravilloso.
JULIA EVANGELISTA
Honestamente, yo solo estaba sentado viendo cómo salía y saludaba a todos el día en que fue elegido, salió el humo y estábamos esperando con anticipación. Fue increíble de ver, nunca pensé que elegirían a un papa de Estados Unidos.
Luego llegaron las primeras veces: La primera vez que usaba su firma en la Biblia de esta niña, o su primera escapada fuera del Vaticano: al santuario de la Madre del Buen Consejo, regentado por los agustinos. También, a la tumba de su predecesor, Francisco
A nivel político, uno de sus mensajes más repetidos ha sido: paz. De hecho ya pudo hablar con Zelensky y Putin por separado. En un momento dado se barajó que la Santa Sede pudiera ser escenario de diálogos de paz, aunque Rusia lo descartó.
Otros dos momentos destacados de este primer mes fueron: el primero, el 18 de mayo con la misa de inicio de pontificado. León XIV recibió las insignias papales, el palio y el anillo de pescador y no pudo evitar emocionarse…
Y el segundo, el 26 de mayo día en el que el papa tomó posesión de la basílica de San Juan de Letran, la Catedral y Madre de las Iglesias de Roma.
Aún queda mucho por ver. El nuevo papa aún no ha tenido que tomar – que se sepa – decisiones espinosas. Pero lo que sí se ha visto es que no quiere ir a la batalla solo. Esto fue lo que dijo a los trabajadores de la Secretaría de Estado.
Me reconforta saber que no estoy solo […]. No está en el texto, pero digo con toda sinceridad que en estas pocas semanas es evidente que el papa solo no puede seguir adelante y que es necesario, es muy necesario, contar con la colaboración de muchos en la Santa Sede.
Y en su reunión con los trabajadores de la Curia no elencó la lista de errores cometidos. Les recordó cuál es su puesto y responsabilidad.
LEÓN XIV
Los Papas, pasan; la Curia, permanece. Esto vale para todas las Curias episcopales en cada Iglesia particular. Y vale también para la Curia del Obispo de Roma. La Curia es una institución que custodia y trasmite la memoria histórica de una Iglesia, del ministerio de sus obispos
Por otro lado el nuevo papa tampoco ha tenido ningún problema en manifestar su necesidad de seguir rodeado del afecto de su congregación religiosa. Prueba de ello han sido sus numerosas salidas a la curia agustina, a escasos pasos del Vaticano, para vivir momentos más familiares.
BAM