Este era el aspecto del portal de noticias del Vaticano al entrar, por ejemplo, al calendario litúrgico. Fíjense en las imágenes que acompañan al texto.
Son ilustraciones de los mosaicos de Marco Rupnik, el exjesuita acusado de abusos sexuales y cuyo proceso canónico sigue abierto en la Doctrina de la fe, donde ya ha concluido la fase preliminar.
Así que, ahora, si vuelven al portal web donde estaban esas ilustraciones, no las verán más. El Vaticano las ha retirado, aunque no se ha hecho público el porqué de esta decisión.
Desde que estalló el caso Rupnik, lo que sí se ha debatido es si la obra artística se debe separar de la persona. El jefe de la comisión antiabusos de la Santa Sede, el cardenal O'Malley, pidió que se dejasen de exponer las obras del artista por sensibilidad con las víctimas.
Por su parte, el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, había sugerido esperar a que concluya el juicio para tomar una decisión al respecto.
También, en la primera conferencia de prensa que dieron las víctimas, en febrero de 2024, se les preguntó sobre esto. Aquí la respuesta de una de ellas.
GLORIA BRANCINI
Frente a una obra de Rupnik, decidir qué pasará con sus mosaicos, desde luego, eso no depende de mí. Corresponde a las comisiones que se han creado y que piden testimonios sobre el asunto.
De esos grupos de investigación, no se han dado detalles hasta el momento. Tampoco la Santa Sede ha adoptado una postura clara y oficial que se pueda aplicar de forma directa a todos los lugares que tienen las obras de Rupnik.
Por tanto, cada santuario, iglesia, incluso institución, está tomando su propia decisión sobre qué hacer al respecto de forma simbólica.
Por ejemplo, los Caballeros de Colón fueron de los primeros en posicionarse. El año pasado decidieron tapar los mosaicos en el un santuario de Washington y en otro de Connecticut.
A estos les siguió el de Lourdes, que en abril tomó la misma decisión: cubrir los mosaicos. Dieron así un paso más allá, puesto que ya en 2024 dejaron de iluminarlos durante las procesiones.
Los jesuitas también se han pronunciado sobre la situación de su exmiembro. Y, sobre qué hacer con sus obras, el superior general de la Compañía fue claro.
ARTURO SOSA, Superior General de los Jesuitas
Me parece que lo que hizo el obispo de Lourdes es el camino que yo recomendaría. Pasó por un largo proceso de discernimiento con la gente, con la comunidad local, con las víctimas, para llegar a una decisión que no era su opinión, sino la opinión que surgió de un largo proceso.
En cuanto a Rupnik, poco más se ha sabido. No ha hecho declaraciones; y ni siquiera quiso apelar el recurso de expulsión cuando lo echaron de la Compañía de Jesús por incumplir el voto de obediencia.
CA