Han pasado casi seis meses desde esta petición realizada por el papa Francisco en el día de Navidad. Horas antes, en Nochebuena, había abierto la Puerta Santa de la basílica de San Pedro e iniciado el Jubileo.
FRANCISCO
Que el jubileo sea una ocasión para perdonar las deudas, sobre todo a los que afectan a los países más pobres.
Sin embargo no parece que la situación mejore ni que haya gestos que indiquen que se irá en esa dirección.
De hecho, esto fue lo que señalaron a principios de mes desde el Banco Mundial.
AYHAN KOSE, Banco Mundial
Las economías en desarrollo se enfrentan a una triple amenaza: la elevada deuda, lentitud y creciente incertidumbre. Este año, el 60% de estas economías registrarán un crecimiento más débil. Esperamos que el crecimiento se sitúe en torno al 3,8% este año y que aumente hasta el 3,9% en los próximos dos años. Estas tasas de crecimiento están muy por debajo del ritmo necesario para alcanzar los objetivos de desarrollo.
Y los datos de los últimos años son preocupantes. Por ejemplo: récords de deuda externa; que según la ONU supera el 20% de los ingresos públicos anuales en 17 países en desarrollo.
Por otro lado está la situación humanitaria provocada por la pobreza y la guerra, que también ofrece cifras récords: el número de personas desplazadas en todo el mundo supera los 120 millones de personas.
Por eso tanto desde el Vaticano como desde las instituciones humanitarias de la Iglesia, se está llamando la atención sobre los problemas que está generando la pobreza, no solo en los países más necesitados. Por ejemplo, Cáritas Europa, ha asegurado que más de 93 millones de personas están en riesgo de pobreza y exclusión social.
JRB
