El fin de semana en el Vaticano comenzó bajo la sombra del conflicto entre Israel e Irán. El papa había retomado las audiencias jubilares que Francisco había instaurado para mantener más encuentros entre los peregrinos y el papa durante el jubileo. León XIV aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento por la paz.
LEÓN XIV
Se ha gravemente deteriorada la situación en Irán e Israel y en un momento así de delicado deseo renovar con fuerza un llamamiento a la responsabilidad y a la razón.
Además, el papa también envió un videomensaje a su archidiócesis natal, Chicago. Esta había organizado un encuentro en su honor en el estadio de baseball de los White Sox.
LEÓN XIV
Tantas personas que sufren diversas experiencias de depresión o tristeza pueden descubrir que el amor de Dios es realmente capaz de curar, que trae esperanza, y que, de hecho, al reunirnos como amigos, como hermanos y hermanas, en una comunidad, en una parroquia, en una experiencia de vida vivida juntos en la fe, podemos descubrir que la gracia del Señor, el amor de Dios, puede realmente curarnos, puede darnos la fuerza que necesitamos, puede ser la fuente de esa esperanza que todos necesitamos en nuestras vidas.
El domingo el papa clausuró el Jubileo del Deporte. Este evento coincidió con el dída de la Santísima Trinidad, por lo que la celebración litúrgica fue solemne.
Allí el papa reflexionó sobre las enseñanzas del deporte y sobre todo, sobre el arte de aprender a perder.
LEÓN XIV
El atleta que no se equivoca más, que no pierde nunca, no existe. Los campeones no son máquinas infalibles sino hombres y mujeres que, también cuando se caen, encuentran la valentía para levantarse.
Minutos después, durante el ángelus, el papa lamentó el deterioro de las relaciones a nivel internacional a raíz del creciente número de conflictos. Condenó la matanza de unas 200 personas en una misión católica en Nigeria y lamentó la muerte de un párroco durante los bombardeos en Sudán.
JRB
