Juan Pablo II y su especial relación con el Corpus, ligada al comunismo en Cracovia

 | 
20/06/2025
Descargar documento
Compartir

Para Juan Pablo II, el Corpus no era una simple celebración. Es una historia que va más allá del simbolismo eclesiástico. Y no solo por el sentido de esa solemnidad; también, por la importancia que el polaco le daba a la procesión.

Todo se remontaría a su época como arzobispo de Cracovia; una ciudad que tenía la tradición de salir a las calles ese día incluso antes de la Segunda Guerra Mundial.

Con la llegada del comunismo, se prohibió. Cuando era cardenal, Karol Wojtyla luchó para recuperar ese periplo de fe por el centro de la ciudad.

En Italia, estas procesiones se celebraban desde el siglo XIII. Y si no, miren estos cuadros de esos recorridos en varias localidades italianas. Pero con el tiempo, en Roma, se fueron perdiendo.

Cuando llegó Juan Pablo II al Vaticano, la recuperó. Además, lo hizo hasta casi el final. Un año antes de morir, aquí lo ven. El papa polaco ya estaba muy deteriorado, pero no quiso faltar a esta cita.

De hecho, hay una anécdota que sucedió supuestamente ese 2004. Juan Pablo II estaba delante de la custodia en el papamóvil y quiso arrodillarse.

Le preguntó a un maestro de ceremonias. Este le dijo que era demasiado arriesgado por la inestabilidad del coche. Segundos después, la respuesta del papa fue: “Jesús está ahí, por favor”.

Dos maestros lo ayudaron a arrodillarse en el reclinatorio, pero al no poder sostenerse bien, tuvo que volver a sentarse de nuevo. El gesto ahí quedó para la historia del Corpus.

Pero si hay algo que impactó con más intensidad fue que, tras la primera procesión de Juan Pablo II en Roma, las autoridades comunistas volvieron a dejar que el pueblo saliese al centro de Cracovia el día del Corpus Christi.

Anuncio en el que salen 3 ordenadores marca Medion y algunas especificaciones
Lo + visto
SÍGUENOS EN
Suscríbete a nuestra newsletter
magnifier