La basílica de San Pedro se convirtió en un 'mar de solideos' color púrpura. Y, entre ellos, León XIV de blanco. Estaban todos reunidos con motivo del Jubileo de los Obispos.
Y el pontífice, además de ser el sucesor de Pedro, también está a cargo de una diócesis, la de Roma, por lo que se presentó ante los prelados como uno de ellos.
LEÓN XIV
Pero cada uno de ustedes, como también yo, antes de ser pastores, somos ovejas del rebaño del Señor. Y por eso también nosotros, es más, nosotros primero, estamos invitados a atravesar la Puerta Santa, símbolo de Cristo Salvador.
La meditación de León XIV giró en torno a los tres puntos en los que se debe basar la figura del obispo. Lo primero, deben ser el principio visible de unidad en la Iglesia.
LEÓN XIV
Su tarea es velar para que ella se edifique en la comunión entre todos sus miembros y con la Iglesia universal, valorizando la contribución de los diversos dones y ministerios para el crecimiento común y la difusión del Evangelio.
Otros de los rasgos que, según el papa, debe tener el obispo es ser un hombre de vida teologal o, como lo define León XIV, un hombre plenamente dócil a la acción del Espíritu Santo.
LEÓN XIV
Qué hermoso es este retrato del hombre de fe: alguien que, por la gracia de Dios, ve más allá, ve la meta y permanece firme en la prueba. Pensemos en las veces en que Moisés intercede por el pueblo ante Dios. Como él, el obispo en su Iglesia es el intercesor, porque el Espíritu mantiene viva en su corazón la llama de la fe.
Y, por último, pero basado en el concepto anterior, el prelado también tiene que llevar como pastor la esperanza a su pueblo y calmar la desesperación, sobre todo, cuando el camino se hace difícil.
LEÓN XIV
Cuando las familias llevan cargas excesivas y las instituciones públicas no las sostienen adecuadamente; cuando los jóvenes están decepcionados y hartos de mensajes falsos; cuando los ancianos y las personas con discapacidades graves se sienten abandonados, el obispo está cerca y no ofrece recetas, sino la experiencia de comunidades que tratan de vivir el Evangelio con sencillez y compartiendo con generosidad.
Estos tres puntos se pueden resumir en uno, que León XIV define como el núcleo teológico de la vida del pastor, que es el obispo como un hombre de caridad pastoral, dando ejemplo de fraternidad.
Y a esto, señala el papa, hay que añadirle otras virtudes, que el pontífice califica de indispensables: la prudencia pastoral, la pobreza, las virtudes humanas y, en palabras de León XIV, la perfecta continencia en el celibato.
LEÓN XIV
No se trata sólo de ser célibe, sino de practicar la castidad del corazón y de la conducta y, de este modo, vivir el seguimiento de Cristo, para poder manifestar a todos la verdadera imagen de la Iglesia, que es santa y casta en sus miembros como en su Cabeza. Además, deberá ser firme y decidido al afrontar las situaciones que puedan provocar escándalo, así como cualquier caso de abuso, especialmente contra menores, ateniéndose a las disposiciones vigentes.
En la basílica, había unos 400 obispos procedentes de 38 países, entre ellos, España, Polonia, Portugal, Estados Unidos o Filipinas.
CA