La plaza de Castel Gandolfo estaba así de llena.
Hacía años que no se veía a un papa rezando con los parroquianos de esta pequeña pero histórica localidad. El pontífice, desde ahí, les devolvió el afecto mostrado.
LEÓN XIV
Queridos hermanos y hermanas, estoy contento de estar entre vosotros, en Castel Gandolfo.
Instantes antes de rezar el Ángelus el papa reflexionó sobre las palabras del Evangelio donde se dice que el Reino de los Cielos está más cerca de lo que se piensa. Recordó que para acceder a él no es necesario recurrir a la violencia.
LEÓN XIV
No se trata de conquistarlo con la fuerza ni de implorarlo como siervos ni de obtenerlo a través de un contrato. La vida eterna, que Dios solo puede dar, se transmite al hombre por herencia, como de padre a hijo.
Sus últimas palabras fueron para pedir la paz en el mundo.
LEÓN XIV
Hermanos y hermanas, no nos olvidemos de rezar por la paz y por todos aquellos que, a causa de la violencia y la guerra, se encuentran en una situación de necesidad.
El papa se despidió de los presentes y dirigió un saludo especial a grupos de peregrinos de Polonia, Francia y de distintos grupos de Italia.
JRB