Las autoridades italianas estimaron que un milló de personas asistieron a esta misa de clausura del Jubileo de los Jóvenes en Tor Vergata.
El mensaje final de León XIV fue una llamada a ampliar horizontes.
LEÓN XIV
Como nos han enseñado los beatos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, que pronto serán proclamados santos. Aspirad a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen con menos. Entonces verán crecer cada día la luz del Evangelio, en ustedes mismos y a su alrededor.
Las lecturas del día llevaron a León XIV a hacer esta reflexión sobre el valor de la fragilidad.
LEÓN XIV
La fragilidad de la que hablan, en efecto, forma parte de la maravilla que somos. Pensemos en el símbolo de la hierba: ¿no es hermosísimo un prado florecido? Ciertamente, es delicado, hecho con tallos delgados, vulnerables, propensos a secarse, doblarse, quebrarse; pero, al mismo tiempo, son reemplazados rápidamente por otros que florecen después de ellos; y los primeros se vuelven generosamente para estos alimento y abono, al consumirse en el terreno.
Al terminar el papa quiso recordar a Pascal Rafi, la peregrina egipcia que falleció de camino al Jubileo y a otra peregrina española que tampoco pudo llegar a Tor Vergata.
LEÓN XIV
En particular recuerdo y confío al Señor a María y Pascal, las dos jóvenes peregrinas, una española y otra de Egipto, que nos han dejado en estos días.
Con esta celebración litúrgica se puso punto final a una de las mayores celebraciones del jubileo a la espera de la canonización de los dos jóvenes italianos, Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati en septiembre.
JRB