80 años del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki: un recuerdo que sigue vivo

 | 
07/08/2025
Descargar documento
Compartir

Se cumplen 80 años de este momento…

La Segunda Guerra Mundial estaba en sus últimos días. Japón se negaba a rendirse. Estados Unidos buscaba una forma rápida y decisiva de terminar el conflicto.

Fue entonces cuando lanzaron la primera bomba atómica sobre Hiroshima y, luego, una segunda sobre Nagasaki.

Miles de personas murieron al instante. Las ciudades quedaron en ruinas. Y las secuelas de la radiación afectaron a generaciones enteras.

Ella es una de las supervivientes. Así recuerda ese terrorífico día que vivió con solo 13 años:

SETSUKO THURLOW
Superviviente de Hiroshima

A las 8:15, yo estaba en el segundo piso del edificio de madera en el cuartel general del ejército, que estaba a 1.8 km del hipocentro.

En ese momento vi un destello blanco azulado por toda la ventana, y luego aún tengo la sensación de estar volando por el aire y flotando allí, y ese es el fin de mi conciencia. Cuando recuperé la conciencia en una oscuridad total y un silencio absoluto, supe lo que me había pasado.
Pensé que estaba frente a la muerte. Me estaba muriendo porque traté de mover mi cuerpo, pero no podía moverlo.

Un testimonio capaz de trasladar a cualquiera al propio momento de la explosión. A lo que se pudo sentir en la piel de todos los que como ella, tuvieron la fortuna de sobrevivir

Un acontecimiento que marcó la historia mundial. De hecho, hoy se sigue recordando. Y, por ejemplo, los últimos papas de la historia lo han tenido siempre presente durante su pontificado.

Juan Pablo II viajó a Japón en 1981. El mensaje que dejó sigue resonando en la actualidad: “Recordar Hiroshima es aborrecer la guerra nuclear”

En el año 2010, el papa Benedicto XVI bendijo en la Plaza de San Pedro esta imagen de la llamada “virgen bombardeada”. Un rostro que se dañó durante la bomba atómica de Nagasaki. Solo se pudo conservar la cabeza.

El papa Francisco también ha estado en contacto con ambas ciudades japonesas. De hecho, esto sucedió durante una de sus audiencias generales en marzo de 2019.

“Santo Padre, por favor, ¿podría apagar esta llama para que nunca más haya otro Nagasaki, para que nunca más haya otro Hiroshima?”.

Y así fue. Francisco apagó esta vela en un gesto simbólico en contra de la guerra.

Pero no solo eso. Francisco visitó ambas ciudades destruidas pocos meses después y estuvo rezando ante los memoriales de paz.

León XIV ha mostrado su afecto también por todos ellos. Así rezaba por las víctimas:

LEÓN XIV
Quiero asegurar mi oración por todos aquellos que sufrieron sus efectos físicos, psicológicos y sociales.

80 años después, el recuerdo sigue vivo. Hiroshima y Nagasaki marcaron un antes y un después. Y aunque el tiempo pase, la memoria permanece.

BAM

Anuncio en el que salen 3 ordenadores marca Medion y algunas especificaciones
Lo + visto
SÍGUENOS EN
Suscríbete a nuestra newsletter
magnifier