Timothy Radcliffe acaba de cumplir 80 años. Es uno de los últimos cardenales que creó Francisco. Lo hizo en diciembre de 2024, en su último consistorio. Timothy tenía ya 79 años, por lo que la decisión del papa parece que fue más un reconocimiento a su labor que un ascenso.
Este dominico no es obispo; tampoco ostenta un alto cargo en la curia. Es un religioso y teólogo, que fue maestro general de la Orden de los Predicadores durante nueve años.
Cuando Francisco lo creó cardenal, le pidió al papa mantener su hábito blanco de dominico, incluso en las celebraciones solemnes. De hecho, pudo votar en el último cónclave y se le vio así.
Pero si por algo ha sonado Radcliffe y empezó a ser más conocido fue por su participación en el Sínodo. El papa le encargó meditaciones y la dirección de los retiros sinodales en 2023 y 2024.
Aunque su figura no ha pasado desapercibida. Ha estado envuelta en varias polémicas por algunas de sus declaraciones sobre Fiducia Supplicans en relación con la postura de los obispos africanos.
CA