La audiencia general volvió a la plaza de San Pedro y allí se pudo ver a León XIV saludando a los miles de fieles presentes desde el papamóvil.
Durante la catequesis reflexionó sobre cómo Jesús no temió en reconocer sus propias necesidades y en manifestarlas. No le dio vergüenza mostrarse débil.
LEÓN XIV
Jesús nos salva mostrándonos que pedir no ese indigno, sino liberador.
La vida se “cumple” no cuando somos fuertes sino cuando aprendemos a recibir.
El papa explicó que detrás de una petición de ayuda hay una profunda comprensión de uno mismo. Y que puede demostrar el fin de un camino que ha llevado al perdón y la aceptación de sí.
LEÓN XIV
El perdón, el verdadero, nace cuando podemos mirar a la cara nuestra necesidad y no tener miedo de ser rechazados.
Por último, pidió oraciones por la catástrofe humanitaria que se está viviendo en Sudán. Según la agencia de la ONU para los refugiados, la situación ha obligado a desplazarse de sus casas a más de 12 millones de personas.
JRB