Antonia Salzano vio morir a Carlo a los 15 años de una leucemia fulminante. Hoy, tendría 34. Es de las pocas madres en la historia que verán en vida a su hijo ser reconocido oficialmente santo.
ANTONIA SALZANO
Madre de Carlo Acutis
Es un momento importante, también porque Carlo está teniendo mucho éxito en todo el mundo. Su intercesión, su ayuda. Todos los días hay noticias de milagros, por lo que estamos muy contentos. Pero, sobre todo, es un punto de llegada porque está claro que aquí la Iglesia también se expresa por el culto mundial y todos los devotos que él tiene en todo el mundo.
En Asís, Antonia puede rezar ante él de una forma distinta. Su cuerpo, desde 2020, está aquí, en una urna de cristal, viste con vaqueros, zapatillas y sudadera y, en sus manos, se entrelaza un rosario negro. El joven parece estar dormido. Es como si esos 19 años nunca hubieran pasado.
Pero, para Antonia, ir a verlo no es una necesidad. Ella asegura que su verdadera presencia está a diario en la Eucaristía, la que, decía Carlo, era su autopista hasta el cielo.
ANTONIA SALZANO
Madre de Carlo Acutis
Yo voy de vez en cuando al santuario. Pero como en la misa tengo toda la corte celestial, tengo a Dios, a la Virgen, a los santos mártires... Cuando participamos en la misa, siento la presencia de Carlo en la misa, pero no veo su cuerpo, que es un cuerpo que resucitará, eso es algo que ya sé. Pero no siento esa necesidad porque llevo a Carlo en mi corazón.
Lo que sorprende es, quizás, su normalidad. Un chico apasionado por la informática, con una vida ordinaria como cualquier otro, que encontró en lo cotidiano la forma más directa de hablar de Dios.
CA
