El papa León XIV ha vuelto a pisar Castel Gandolfo, esta vez, para inaugurar un trabajo que dejó el papa Francisco: el Borgo Laudato Si
Su llegada a los jardines transcurrió de la siguiente manera. Primero, se trasladó en un coche de golf eléctrico hasta el Jardín de la Virgencita. Allí saludó a algunos trabajadores, a sus familias y tuvo un rato de oración
Poco después, se volvió a subir en el coche y continuó admirando los jardines. De hecho, hizo una parada curiosa: Se acercó a un estanque para alimentar a los peces que habitan ahí.
Y mírenle aquí. León XIV acarició a un ternero y también, estuvo junto a dos caballos pura raza española.
Después, León XIV volvió a recorrer los jardines hasta llegar al lugar en el que se celebraría la inauguración. En su discurso, dirigió estas palabras:
LEÓN XIV
El Borgo Laudato si’ es una semilla de esperanza, que el papa Francisco nos ha dejado como herencia, una «semilla que puede dar frutos de justicia y de paz». Y lo hará permaneciendo fiel a su mandato: ser un modelo tangible de pensamiento, de estructura y de acción, capaz de favorecer la conversión ecológica a través de la educación y la catequesis.
Y con este gesto, se daba por inaugurado este espacio; un lugar en el que se pretende custodiar la naturaleza.
El Borgo Laudato Si, queda ya abierto a niños y adolescentes que quieran estudiar sobre la ecología, para jóvenes que quieran participar en las actividades de verano que se propongan o incluso a aquellos que quieran reconectar su fe con la naturaleza.
BAM