Más de dos horas antes del comienzo de la misa, San Pedro estaba así: abarrotado. Pancartas de Carlo Acutis y Piergiorgo Frassati y banderas de distintos países ondeaban por toda la plaza.
Empezaron a llegar los familiares de los ya santos, también diversas delegaciones. Incluso el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella.
Y tan solo a 15 minutos del inicio de la celebración, sorpresa, sin previo aviso, el papa León apareció para saludar a los jóvenes.
LEÓN XIV
Quería saludaros y deciros unas palabras a todos vosotros porque, si bien la celebración es muy solemne, también es un día de gran alegría. Y quería saludar, sobre todo, a tantos jóvenes que han venido para esta santa misa.
Durante la misa, el prefecto para las Causas de los Santos se acercó hasta el altar, acompañado de los postuladores de ambas causas, y leyó sus biografías.
CARD. MARCELLO SEMERARO
Prefecto, Dicasterio para las Causas de los Santos
El beato Pier Giorgio Frassati, nacido en Turín el 6 de abril de 1901, murió a los 24 años el 4 de julio de 1925.
El beato Carlo Acutis, nacido en Londres el 3 de mayo de 1991, falleció en el territorio de la Archidiócesis de Milán el 12 de octubre de 2006. Sus restos mortales son venerados actualmente en Asís, en el Santuario de la Expoliación de San Francisco.
Y llegó el momento. León XIV pronunció por primera vez como papa la fórmula en latín que canoniza sus dos primeros santos: Frassati y Acutis.
LEÓN XIV
Decretamos y declaramos Santos a los Beatos Pedro Jorge Frassati y Carlos Acutis, y los incluimos en el Catálogo de Santos, estableciendo que sean recordados con piadosa devoción entre los santos de la Iglesia universal.
Y, fíjense aquí, porque ella es la madre de Acutis, el ya primer santo millenial. Es de las pocas mujeres que han podido presenciar un momento así en vida.
Estaba toda la familia de Carlo. También sus dos hermanos, que son mellizos: Fracesca y Michele, de 15 años. Nacieron en 2010, cuatro años después de la muerte de Acutis. Su hermano leyó la primera lectura en inglés.
En la homilía, el papa no desaprovechó la oportunidad de mostrar a los más jóvenes el testimonio de los dos nuevos santos como ejemplo a seguir.
LEÓN XIV
Los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos nosotros, sobre todo para los jóvenes, a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra. Nos animan con sus palabras: “No yo, sino Dios”, decía Carlo. Y Pier Giorgio: “Si tienes a Dios como centro de todas tus acciones, entonces llegarás hasta el final”. Esta es la fórmula, sencilla pero segura, de su santidad.
En las peticiones, una de ellas se le encargó a esta joven. Es Valeria Vargas, la costarricense a la que el milagro reconocido de Acutis le salvó la vida. Y, durante las ofrendas, la familia entera de Acutis las llevó.
Una vez terminada la misa, como anunció el papa al principio, pasaría en el papamóvil a saludar. Fueron más de 80.000 las personas que vieron ese día a Acutis y Frassati convertirse en santos.
CA
