Es una de las escenas que más se acostumbran a ver durante las audiencias generales de los miércoles. El papa saludando a los matrimonios recién casados. Hasta allí se desplazan para que él les bendiga.
Muchos acuden a saludar al papa León cuando aún no llevan ni una semana casados. Es el caso de Clifford y Joe. Y la experiencia no les ha dejado indiferentes.
Para mí es algo muy especial. Sobre todo porque nos acabamos de casar, hace solo cinco días. Es una experiencia muy bonita. Muy, muy increíble. Fue realmente genial estar tan cerca y, bueno, muy especial. Como te decía, fue muy especial poder recibir una bendición. También nos regalaron unos rosarios y, bueno, creo que es una buena bendición para nosotros ahora que estamos empezando nuestra vida matrimonial.
Unos rosarios, junto a las estampas del papa, que, aseguran, nunca perderán de vista.
Sin embargo, en algunos casos el saludo al papa puede hacer que se lleven algún recuerdo más personal.
Nos preguntó de dónde veníamos y luego le pedimos que nos bendijera y firmara un cuadro que nos habían regalado. Nos importaba especialmente recibir la bendición del Santo Padre. Fue un momento muy emotivo.
Un cuadro y a una firma que, a partir de ahora, presidirá la entrada del que es su nuevo hogar. Mientras, esperan poder volver a saludar al papa León XIV pero, esta vez, cuando lleguen los hijos.
Ahora, ambos matrimonios regresan a casa llevando consigo uno de los mayores recuerdos y experiencias que, hasta el momento, han podido vivir como matrimonio. Poder saludar y recibir la bendición de un papa.
AM