En su intervención, el papa León XIV abordó el sentido de la esperanza en la vida humana a la luz del misterio de Cristo Resucitado. Dijo, que es una fuente perenne de vida.
RESUMEN DE LA CATEQUESIS PÚBLICA SEMANAL
Queridos hermanos y hermanas:
En las catequesis de este Año jubilar hemos recorrido la vida de Jesús desde su nacimiento
hasta su resurreción, en la que nos revela esa luz que salva y transforma la realidad humana.
Como escuchamos en el Evangelio, Él nos promete “vida en abundancia” porque hemos sido creados para una vida en plenitud, para una vida nueva en Cristo. Este deseo coincide con la esperanza que el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones. Hermanas y hermanos, ¡Cristo resucitado es un puerto seguro en nuestro camino! El Resucitado es la garantía de esta esperanza que no quedará defraudada. Él es fuente perenne de vida plena.
Nos acompaña en el viaje de nuestra historia, a veces dolorosa; y Él, que es la meta, nos
conduce a casa en donde somos esperados, amados y salvados. Caminar junto a Jesús, con nuestra condición de creaturas frágiles, significa experimentar que somos cuidados, saciados de nuestra sed y reconfortados en las pruebas y dificultades de nuestra vida.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Roguemos al Señor para que quienes
se sienten desanimados y cansados de la vida, descubran en el Resucitado la paz profunda y llena de gozo que solamente él nos puede dar.
Que Dios los bendiga.