León XIV se trasladó hasta el Coliseo para presidir un evento de oración por la paz junto con líderes de diferentes religiones.
De hecho, al inicio de este evento, el patriarca de Alejandría y África pronunció los nombres de algunos países en guerra, a lo que el papa León y varios obispos impartieron su bendición.
Después de que representantes de las distintas religiones rezaran en lugares separados según sus respectivas tradiciones, se unieron en procesión hacia el escenario dispuesto frente al Arco de Constantino para continuar con el evento.
Y también hubo testimonios. Por ejemplo, el de este médico refugiado de Sudán, que hablaba de su historia de vida en un país de guerra.
OMER MALLA ALI
Médico y refugiado de Sudán
Personas que han estado sitiadas por más de dos años, sin alimentos, medicinas ni esperanza. Las madres alimentan a sus hijos con comida para animales, solo para mantenerlos con vida. Aquellos que no mueren por las balas, mueren lentamente de hambre. Por favor, les pido, oren por Sudán.
Y tras estas sobrecogedoras palabras, el papa dirigió su discurso a pedir por la Paz y el fin de las guerras con un grito al cielo:
LEÓN XIV
Con la fuerza de la oración, con las manos desnudas levantadas al cielo y con las manos abiertas hacia los demás, debemos hacer que termine pronto esta época de la historia marcada por la guerra y la prepotencia de la fuerza, y que comience una historia nueva. No podemos aceptar que esta época perdure más, que moldee la mentalidad de los pueblos, que nos acostumbremos a la guerra como compañera normal de la historia humana. ¡Basta! Es el grito de los pobres y el grito de la tierra. ¡Basta! ¡Señor, escucha nuestro clamor!
Y después de este mensaje, llegó un momento simbólico: el encendido de los candelabros por la paz por parte del pontífice y de algunos representantes.
Y los niños también tuvieron su participación. Un pequeño grupo recibió un pergamino con un Llamamiento por la Paz de mano de los representantes de las religiones, y procedieron a entregárselo a los embajadores y líderes políticos nacionales e internacionales.
Para concluir, se anunció que, el próximo año, en el que se cumplirán 40 años desde la primera convocatoria de estas jornadas por la paz, por parte del papa San Juan Pablo II, se celebrará, nuevamente, en el lugar que acogió esta oración por primera vez: Asís.
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