Durante la audiencia semanal, el papa León XIV abordó la situación de emergencia que enfrenta el Caribe debido al huracán Melissa.
Señaló la gravedad de la tormenta y su impacto en la vida de muchas personas, alertando sobre los daños y las evacuaciones en curso.
LEÓN XIV
En estos días, se ha abatido sobre Jamaica el huracán “Melissa”, una tormenta de potencia catastrófica que está provocando violentas inundaciones. Y, en estas horas, con una fuerza devastadora, está atravesando Cuba. Hay miles de personas desplazadas, y se han dañado casas, infraestructuras y varios hospitales. Les aseguro a todos mi cercanía, rezando por quienes han perdido la vida, por quienes están huyendo y por aquellas poblaciones que, a la espera de la evolución de la tormenta, están viviendo horas de ansiedad y preocupación.
Y de cara al 1 de noviembre, el papa también recordó a los fieles difuntos, invitando a mantener la esperanza y la fe en los próximos días.
LEÓN XIV
En los próximos días, la liturgia conmemora a los fieles difuntos. La oración por nuestros seres queridos nos recuerde que nuestra patria está en los cielos. Los esfuerzos por obtener los bienes temporales, necesarios en la vida terrena, surjan siempre del amor y de la fidelidad a la verdad del Evangelio, que no pasa porque tiene su fuente en Dios mismo.
Con estas palabras, León XIV concluyó su mensaje, llamando a los fieles a la oración y a la solidaridad, tanto en momentos de desastre como en la vida cotidiana.
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