Nuevo cara a cara entre el Vaticano y los obispos alemanes pero, esta vez, ya bajo el pontificado de León XIV. Se trata del cuarto encuentro que mantienen desde 2022.
Fue en esta visita ad limina cuando se acordó que la Santa Sede y la Conferencia Episcopal iniciarían un diálogo para tratar el gran tema de la Iglesia en Alemania: su camino sinodal.
MONS. GEORG BÄTZING
Presidente, Conferencia Episcopal Alemania.
Puedo decir con sinceridad y con alivio que fue un encuentro exigente. Todos los temas realmente se pusieron sobre la mesa, en lugares muy distintos: con el Papa, en los dicasterios, o en el encuentro interdicasterial de ayer sobre algunas cuestiones del Camino Sinodal de la Iglesia en Alemania.
Pero todo empezó antes. Fue en 2019 cuando los obispos del país decidieron lanzar este camino, involucrando, además, a laicos y consagrados. El objetivo: dar respuesta a la gran crisis de abusos en el seno de su Iglesia.
El año anterior, se había publicado un informe, que concluyó con la siguiente cifra: entre 1946 y 2014, más de 3.500 personas fueron víctimas por parte del clero.
La desconfianza en la institución creció. Por ejemplo, solo en 2023, más de 400.000 personas abandonaron el catolicismo en Alemania. Ese mismo año, la asistencia a misa bajó más de un 6%. Cifras, además, que no eran nuevas. Se iban arrastrando desde 2018, cuando el informe vio la luz.
Para ganar credibilidad, el camino sinodal en Alemania empezó. Pero tenía un tiempo límite. Se dieron de margen dos años, que ya han derivado en más de seis. Y lo que comenzó con la idea de reparar su imagen, fue derivando en posturas que no gustaron al Vaticano.
La agenda sinodal comenzó a introducir temas controvertidos. Por ejemplo, aprobar bendiciones a parejas del mismo sexo, que se revise el celibato sacerdotal, el acceso a las mujeres a ministerios ordenador -al menos, el diaconal.
MONS. GEORG BÄTZING
Presidente, Conferencia Episcopal Alemania
Las cuestiones están sobre la mesa. La principal es: ¿cuál es el papel y la posición de la mujer en la Iglesia católica, también en lo que respecta a la toma de decisiones y al acceso a los ministerios sacramentales?
Pero ahí es donde la impaciencia es mayor, ya que muchas mujeres jóvenes dicen que una Iglesia que rechaza eso no puede ser mi Iglesia a largo plazo.
Y aquí entra el principal problema del camino sinodal alemán y su punto de mayor roce con Roma. Se trata de un organismo sui generis, es decir, que no entra dentro del derecho canónico.
En 2023, la Conferencia Episcopal Alemana quiso votar una 'comisión sinodal'; un comité que ponía en peligro la autoridad de los obispos locales y la del papa, puesto que uno de sus propósitos era poder implementar lo que se decidiese en el sínodo alemán.
Y Roma se negó. Tres de los cardenales con más peso de la curia enviaron una carta a los obispos y consiguieron que reculasen.
Ahora, en este último encuentro, se ha vuelto a retomar el tema, aunque de forma dialogada con la Santa Sede. Parece que juntos están intentando establecer las pautas para que todos estén conformes, sin dejar de lado la doctrina de la Iglesia.
El diálogo estuvo una vez más caracterizado por un ambiente sincero, abierto y constructivo. Se examinaron varios puntos del futuro estatuto de un organismo sinodal de la Iglesia en Alemania (denominado “Conferencia Sinodal”), como su naturaleza, composición y competencias.
En la reunión, participaron cuatro de los más altos cargos del Vaticano, incluido el máximo diplomático. Por parte de los alemanes, estuvo, entre otros, el presidente de la conferencia episcopal.
Y si hay que añadir un detalle, es este. Fíjense en esta imagen y en quién está en el centro. El entonces cardenal Prevost participó en las reuniones sinodales. Ahora, será como papa al que le toque tomar decisiones.
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