El pontífice ya había despejado el camino: el pasado 27 de noviembre partió de Fiumicino rumbo a Turquía, donde aterrizó en Ankara cerca del mediodía. Las imágenes que ven en pantalla muestran su llegada oficial junto a las autoridades, un gesto que marca el inicio de un periplo cargado de simbolismo.
Durante su estancia en Turquía, podemos rescatar momentos de especial significado espiritual y diplomático.
Pudimos verlo en el importante acto ecuménico en la histórica Nicea, hoy Iznik, con motivo del 1700º aniversario del Concilio .
También, visitando el mausoleo de Atatürk, fundador de la Turquía moderna, una imagen que subraya su voluntad de reconocimiento y diálogo con la sociedad turca actual.
El recibimiento en El Líbano fue único: con honores oficiales, banderas ondeando y niños ataviados con trajes tradicionales que le ofrecieron flores, pan y agua como símbolo de hermandad y bienvenida.
Y en el país de los Cedros, algunas de las imágenes más conmovedoras muestran al Papa entre multitudes, saludando a fieles, religiosos y seminaristas, y ofreciendo palabras cargadas de esperanza.
Una ovación espontánea lo recibió en el santuario maronita de Harissa, reflejando la emoción del pueblo libanés ante su presencia y miles de jóvenes se dieron cita para escucharlo en Beirut.
Imágenes que quedan para la historia en este primer viaje apostólico del Papa León XIV.

















