Y llegó el mes de mayo y, con él… un nuevo papa. El 8 de mayo llegó el día tan esperado.
Ante la mirada de miles de fieles en la Plaza de San Pedro, se anunciaba que el cardenal Robert Prevost tomaba un nuevo nombre: el papa León XIV.
Los días siguientes dejaron momentos relevantes: se conoció su escudo, usó por primera vez su firma papal en la Biblia de una niña, realizó su primera visita fuera de Roma a un santuario y mantuvo su primer encuentro con la prensa.
Luego llegó la misa de inicio de pontificado.
LEÓN XIV
Esto, hermanos y hermanos, querría que fuera nuestro primer gran deseo. Una Iglesia unida, que sea señal de unidad y comunión que sea fermento para un mundo reconciliado.
León XIV no pudo contener la emoción al recibir las insignias papales: el palio y el anillo del pescador.
Y entre sus primeros trabajos en la Curia, destacó un nombramiento histórico: el de Tiziana Merletti, primera mujer en ocupar la secretaría del Dicasterio para la Vida Consagrada.
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