Se cumplen ya 30 años desde este momento que marcó al pueblo ruandés.
IMMACULÉE ILIBAGIZA
Sobreviviente del Genocidio de Ruanda
Estaba en casa para las vacaciones de pascua y una mañana, el miércoles 7 de abril de 1994, mi hermano entró en mi habitación y me dio la noticia de que el presidente del país había sido asesinado por la noche.
El asesinato desencadenó un genocidio nacional que duró 100 días. Immaculée dice que sobrevivió porque se escondió en el cuarto de baño de un vecino y que durante ese tiempo se dedicó a rezar.
IMMACULÉE ILIBAGIZA
Sobreviviente del genocidio en Ruanda
Sin embargo, en una ocasión vinieron a buscarnos, y fue entonces cuando me refugié en Dios. Afuera había un grupo de casi 400 personas, vestidas con hojas de plátano, machetes, y estaban registrando la casa de 4 habitaciones. Entonces pensé que mi vida se había acabado, los vi a través de la ventana del cuarto de baño. Vi aquello y pensé que mi vida se había acabado. Fue entonces cuando acudí de verdad a Dios.
Según las Naciones Unidas, más de medio millón de personas fueron asesinadas, entre las que se encontraban algunos miembros de la familia de Immaculée. La ruandesa dice que solo pudo encontrar la paz y el perdón a través de su fe. Immaculée lleva tres décadas promoviendo este mensaje.
IMMACULÉE ILIBAGIZA
Sobreviviente del genocidio en Ruanda
Hay muchas cosas que no se pueden reparar, el daño causado a otras personas. Nunca podremos quitarnos el dolor causado, nadie puede devolverme a mi padre, a mi madre, pero a las personas que he perdonado, las he perdonado de verdad. También me doy cuenta de que son seres humanos como yo. Que puedo causar dolor como esa persona me causó dolor a mí. Así que les perdono y les deseo de verdad que reconozcan el mal que han hecho.
30 años después, las Naciones Unidas conmemorarán el aniversario con distintos actos a través de una exposición interactiva titulada "Recordar. Unir. Renovar". En ella, mostrarán algunos testimonios de supervivientes.
PA