Esta imagen causó impresión en Roma. Jesús envuelto en una manta, acostado en un banco público con el rostro oculto. Parece una persona sin hogar cualquiera, hasta que se reconoce su identidad al ver las heridas de los pies.
El autor es el artista Timothy Schmalz; quien ha colocado esta imagen en otras grandes ciudades del mundo como Nueva York, Madrid o Londres.
Pero ahora, esta elocuente imagen de Jesús que llama a vivir la caridad con los pobres, también se colocó en uno de los grandes centros de peregrinación de la cristiandad: Santiago de Compostela.
Allí el arzobispo inauguró la imagen en un lugar que no pasa inadvertido: la oficina del peregrino, uno de los lugares más simbólicos. Allí pasan todos los caminantes a recoger el documento que certifica su participación en el Camino de Santiago.
No es la única escultura de este autor que hay en este camino. En las inmediaciones de otra localidad está esta otra escultura que va en la misma línea: por un lado parece un vagabundo, pero por el otro es un ángel. Son reclamos del autor que invitan a vivir la caridad y a descubrir a Dios en aquellos que no pueden dar nada a cambio.