Estos dos niños no dejaron de gritar “Papa Leone” durante el ángelus en Castel Gandolfo el 15 de agosto. Iban vestidos, además, con los colores del Vaticano: blanco y amarillo. También llevaban banderas.
Durante el saludo del papa después del rezo de la oración mariana, consiguieron que la seguridad los dejara pasar para conocer de cerca al papa. Esperaron en el umbral de la puerta de entrada a la residencia pontificia hasta que León XIV los vio.
Uno de ellos llevaba una pequeña cruz pectoral, igual que la que tenía Francisco. El papa la vio, estuvo hablando durante unos minutos con ellos y les estrechó las manos.
CA