Pizzaballa tiene por tradición viajar a Gaza los días previos a la Navidad. Lo hacía antes de la guerra y sigue manteniendo la costumbre. Se trata de una visita pastoral que, en mitad del conflicto, adquiere aún más significado.
El patriarca latino de Jerusalén quiso llevar su abrazo a todos los católicos que resisten en Gaza donde, a pesar del alto el fuego, la situación sigue siendo difícil, sobre todo, en lo relacionado con la llegada de ayuda humanitaria.
El cardenal recorrió los barrios de la Franja, campos de desplazados y algunas instituciones, como Cáritas o la casa de las hermanas de la Madre Teresa. Para todos, fue una gran alegría en mitad de tanto sufrimiento. Y lo prepararon así...
También, el cardenal ofició una misa de cara a la Navidad, un tiempo que, este 2025, se vive con más tranquilidad que los dos años anteriores, aunque sin grandes avances.
Por ejemplo, dos días antes de que Pizzaballa llegara a Gaza, el cardenal firmó una declaración con los líderes de otras iglesias. El motivo: un llamamiento para que los niños enfermos de leucemia en Gaza puedan viajar hasta Jerusalén para recibir tratamiento.



















