Diciembre comenzó en mitad de un viaje papal. Pero ahora, de Turquía al Líbano. Allí pasó León los dos primeros días del mes, con una intensa agenda de eventos.
Lo primero que hizo fue dirigirse a las autoridades. Y se centró en el objetivo principal de su viaje: la paz.
PAPA LEÓN XIV
A ustedes, sin embargo, que tienen importantes tareas institucionales dentro de este pueblo, les espera una bienaventuranza especial si pueden decir que han antepuesto el objetivo de la paz a todo lo demas.
De toda su estancia, una de las imágenes que ya han quedado para la historia es esta: el papa con los familiares de las víctimas de la explosión de Beirut. Un encuentro en el que sobraron las palabras.
Y, como en cada viaje papal, León continuó con la tradición de hacer la conferencia de prensa a bordo del avión papal. Y, entre otras cosas, desveló cuál podría ser su próximo viaje.
PAPA LEÓN XVI
En cuanto a viajes seguro, seguro, no hay nada. Espero viajar a África, será posiblemente el próximo viaje. Está por confirmar. África. África. Personalmente espero ir a Argelia para visitar los lugares de la vida de San Agustín y para continuar con el discurso del diálogo, de la construcción de puentes entre el mundo cristiano y musulmán.
A los pocos días de volver, León presidió uno de los eventos más importantes del año: el homenaje a la Inmaculada Concepción delante de la Embajada de España ante la Santa Sede.
El papa depositó un centro de flores a los pies de la columna donde se encuentra la imagen de María. Y de la Inmaculada Concepción a la Virgen de Guadalupe. El papa presidió el 12 de diciembre una misa en honor a la patrona de las américas.
PAPA LEÓN XIV
Durante toda su existencia, María lleva ese gozo allí donde la alegría humana no basta, allí donde el vino se ha agotado. Así ocurre en Guadalupe. En el Tepeyac, ella despierta en los habitantes de América la alegría de saberse amados por Dios.
En cuanto al Vaticano, el 14 de diciembre tuvo lugar el último gran evento de este Año Santo: el Jubileo de los Presos, en el que participaron reclusos, policía y personal penitenciario.
Ya a las puertas de la Navidad, se inauguró en la plaza de San Pedro el árbol y el pesebre que la Santa Sede instala, de forma tradicional, cada año de cara a vivir uno de los tiempos litúrgicos más importantes.
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