El nuevo Custodio de Tierra Santa, Francesco Ielpo, asumirá el cargo hasta el 2031 y tiene por delante el desafío de gestionar un patrimonio histórico y religioso de los más importantes para la cristiandad. Su objetivo es que siga nutriendo la fe de los fieles pero el contexto actual no pone las cosas fáciles.
Las distintas confesiones cristianas no suelen pagar impuestos por algunas propiedades. El estatus actual lo prevé como una forma de respeto. Sin embargo ya en 2024 hubo un intento de imponerlo por parte de varios ayuntamientos del país. Ahora que Israel está en guerra en distintos frentes y que las instituciones públicas necesitan ingresos por la falta de turismo, es posible que se vuelva a hacer un intento.
La falta de turistas, además, supone un gran problema para la minoría cristiana, cuya situación está cada vez más comprometida. Muchos viven del turismo y los datos son catastróficos. Según los datos del gobierno la diferencia entre mayo de 2025 y mayo de 2019 es abismal; de una disminución de hasta el 70%. Por tanto se encuentran en un callejón sin salida.
JRB
