El Papa Francisco se reunió con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en el Palacio Apostólico.
En una reunión breve, intercambiaron impresiones sobre la paz en Asia y el desarme nuclear. Después del encuentro, Abe presentó a Francisco a varios miembros de su gobierno.
El tradicional intercambio de regalos acaparó todos los flashes. Abe regaló al Papa un espejo mágico japonés.
A primer vista, parece un espejo normal, pero cuando se expone a la luz, proyecta una cruz y una imagen de Cristo. Lo utilizaban los cristianos en Japón cuando eran perseguidos.
'Tenían este espejo para esconder su fe, pero con luz, aparece...â?
El primer ministro japonés no dudó en hacerle una demostración al Papa.
También le regaló un retrato del Papa Pablo V y de Hasekura Tsunenaga, un samurai converso que visitó el Vaticano hace unos 400 años.
Por su parte, el regalo de Francisco fue un medallón distinto a los que suele regalar en visitas de Estado.
'Se ve al ángel que ayuda a San Pedro a escapar de la cárcelâ?.
Abe y su comitiva visitaron el el Vaticano justo dos días después de la cumbre del G7 en Bruselas. Al despedirse, Francisco le pidió que reazara por él, a lo que respondió con un estilo muy japonés.
PM
CTV
JM
-BN
Up: PM
