80.000 peregrinos asistieron a esta ceremonia de canonización de 7 nuevos santos que presidió el Papa Francisco en la plaza de San Pedro.
Fue proclamado el primer santo argentino, el sacerdote José Gabriel Brochero y también el 'niño Cristeroâ?, José Sánchez del Río. Junto a ellos además el mártir francés Salomón Leclerq; los sacerdotes italianos Ludovico Pavoni y Alfonso Maria Fusco; la religiosa carmelita Isabel de la Trinidad y el obispo español Manuel González García.
'Los declaramos y definimos santos y los inscribimos en el libro de los Santosâ?.
Cuatro de estos nuevos santos fueron asesinados en guerras o revoluciones. Francisco explicó cuáles fueron las armas que emplearon durante la batalla.
FRANCISCO
'También estos siete testigos que hoy han sido canonizados, han combatido con la oración la buena batalla de la fe y del amor. Por ello han permanecido firmes en la fe con el corazón generoso y fielâ?.
El Papa centró su homilía en la fuerza de la oración. Dijo que fue lo que permitió a estos siete santos alcanzar los altares pese a las dificultades y desafíos de la vida cotidiana.
FRANCISCO
'Este es el estilo de vida espiritual que nos pide la Iglesia: no para vencer la guerra, sino para vencer la paz. El cansancio es inevitable, y en ocasiones ya no podemos más, pero con la ayuda de los hermanos nuestra oración puede continuar, hasta que el Señor concluya su obraâ?.
Las reliquias de todos estos nuevos santos estuvieron en el altar durante la ceremonia. Por ejemplo, las del Niño Cristero en esta cruz que dice 'Viva Cristo Reyâ?, las últimas palabras que pronunció; o la carta de despedida de Salomon Leclerq asesinado durante la Revolución Francesa.
La ceremonia tuvo un marcado toque latino tanto que se escuchó el idioma guaraní y terminó al son de la Guadalupana mientras el Papa recorría en papamovil la plaza de San Pedro.
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