Cada miércoles, antes de la audiencia general, cuando el Papa recorre el pasillo central del Aula Paolo VI, lo acompañan de cerca guardaespaldas y colaboradores, que se encargan sobre todo de recoger los regalos que recibe Francisco.
Además de cartas y dulces, este peregrino, por ejemplo, no dudó en regalarle una pequeña estatua de la Virgen María que, por lo que parece, no debía ser fácil de transportar.
En esta ocasión, el Papa reflexionó en su catequesis sobre la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que cada año celebran a la vez protestantes, ortodoxos y católicos. Francisco recordó que los creyentes de estas tres confesiones comparten el mismo bautismo.
FRANCISCO
'Esta experiencia de gracia crea un vínculo indisoluble entre los bautizados, de modo que nos consideremos realmente hermanos y miembros de un solo pueblo de Dios, capaz de anunciar las maravillas que Él ha obrado a partir del testimonio sencillo y fraterno de la unidadâ?.
El Papa recordó que Dios despliega su misericordia a través del sacramento del Bautismo, y que esa gracia es mucho más fuerte que las divisiones.
FRANCISCO
'Pidamos que todos los discípulos de Cristo encontremos el modo de colaborar juntos para llevar la misericordia del Padre a cada rincón de la tierraâ?.
Los regalos tampoco se acabaron al final de la audiencia, cuando este obispo argentino le entregó una pequeña talla del popular Cura Brochero.
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