Se llama Xiskya Valladares, es conocida como la “monja tuitera” y tiene más de 45.000 seguidores. Es de la Congregación Pureza de María, filóloga y periodista.
Empezó a utilizar Twitter a partir del movimiento 15-M en España, cuando se dio cuenta de que era un altavoz muy grande para muchas personas anónimas que no tenían voz.
XISKYA VALLADARES
@xiskya
“Estar en las redes sociales requiere una educación, una formación, si queremos estar de un modo serio, más o menos profesional, con un objetivo. Es cierto que se corre muchos peligros, el principal creo que es el de la adicción porque todos queremos ser escuchados, todos queremos ser valorados y ahí hay dentro del ser humano un ego que puede ensancharse muy rápido, porque las redes son como una lupa de aumento, en la que tanto lo positivo como lo negativo se ve aumentado”.
A pesar de los riesgos, está totalmente a favor de las redes sociales y no cree que el mensaje de Cristo pueda ser simplificado o tergiversado.
Benedicto XVI dijo que un versículo del evangelio tiene la misma extensión que un tuit, que entonces era un máximo de 140 caracteres.
XISKYA VALLADARES
@xiskya
“A mí fue un versículo del Evangelio quien me convirtió y me llevó hasta donde ahora soy. Ese versículo decía simplemente: 'No todo el que diga Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos'. Si es capaz de mover y transformar toda una vida en menos de 140 caracteres, yo creo que nosotros estamos llamados a poder decir mensajes potentes en muy pocas palabras”.
Considera que tiene una responsabilidad enorme por su capacidad de influencia y porque llega a muchas personas.
Cuenta que cambió la vida de un periodista ateo, que estaba enfermo de cáncer y que se convirtió al final de su vida. Otra persona viajó para hablar con ella y le explicó que era homosexual: sólo necesitaba que alguien le dijera que Dios le quería.
XISKYA VALLADARES
@xiskya
“Me gusta también dar protagonismo a las personas que normalmente no lo tienen y que configuran lo que nosotros conocemos, lo que Unamuno llamaba “intrahistoria”. Esa gran historia que no va a salir nunca en los libros, pero que es la historia que realmente construye el día a día la gran mayoría del planeta. Nada es indiferente a un padre misericordioso. Todo lo que se está viviendo es importante”.
Su objetivo principal es llegar a personas no creyentes para darles la oportunidad de conocer una cara distinta de la Iglesia. Xiskya evita utilizar de forma explícita términos religiosos, pero cree que el mensaje que hay detrás de cada una de sus publicaciones es un mensaje evangélico.
