LUGARES de León XIV en Roma: el Instituto Agustiniano

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20/05/2025
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A pocos pasos de la columnata que rodea la Plaza de San Pedro se encuentra el Pontificio Instituto de los Agustinos en Roma, un lugar que desde el pasado jueves 8 de mayo, desborda felicidad y orgullo.

El cardenal Robert Prevost, ahora papa León XIV, pasó mucho tiempo junto a ellos. Allí fue prior general durante 12 años, desde 2001 hasta 2013. Para sus hermanos agustinos, la fumata blanca fue un gran motivo de celebración

P. JOSEPH FARRELL, Asistente General para Norteamérica
Creo que la palabra que usaría es "incrédula alegría". Mi corazón se llenó de tanta alegría cuando escuché "Roberto Francisco"… en ese momento supe de inmediato que se trataba de Prevost. Fue una alegría tan grande que me dejó sin aliento, como un suspiro que me quitó la respiración, y luego, lágrimas de alegría. Estaba rodeado de desconocidos, llorando de felicidad por mi hermano.

Como cardenal, León XIV se dejó ver en numerosas ocasiones en el interior del Instituto Agustino, quienes lo conocen de cerca destacan una cualidad que consideran esencial en su liderazgo: su estilo reflexivo y atento

P. JOSEPH FARRELL, Asistente General para Norteamérica
Mi experiencia con él es que es un hombre que escucha. Reconoce la importancia de escuchar primero, luego reflexionar y después actuar. Así que primero dice: hay que escuchar, ¿Qué está pasando? Escuchar. Pensar y luego actuar. Y creo que eso lo llevará también a su pontificado.

Farrell confirmó que León XIV tenía una muy buena relación con el papa Francisco. Su historia en Roma comenzó hace varios años, la cercanía entre ambos se consolidó cuando Francisco, tras su elección en 2013, decidió confiarle un puesto clave en la Curia Romana

P. JOSEPH FARRELL, Asistente General para Norteamérica
También fue el papa Francisco quien llamó al obispo Prevost de regreso a Roma para servir en el dicasterio para los obispos. Eran buenos amigos. Creo que la muerte del papa Francisco, y la gente a veces no lo percibe, fue realmente una pérdida. Una pérdida personal para el ahora papa León. Era un amigo quien falleció.

Dentro del Insituto se encuentra un lugar que León solía frecuentar a menudo: las pistas de tenis. Resulta que el papa es un gran jugador de tenis, de hecho, antes de que diera comienzo el cónclave, el entonces cardenal Prevost estuvo aquí

P. JOSEPH FARRELL, Asistente General para Norteamérica
Este fue su hogar durante 12 años. Tenemos una cancha de tenis en nuestros jardines. Cuando volvió a Roma, aunque ya no vivía aquí, seguía viniendo a rezar con nosotros todos los días. Y al menos una vez por semana subía al jardín para jugar al tenis. Es un muy buen jugador. Juega por deporte, por salud, para aliviar el estrés… y también por el simple placer de jugar.

Ahora, como papa León XIV, su figura sigue presente entre los muros del instituto: desde las oraciones compartidas hasta los partidos de tenis en el jardín, recuerdos de una etapa que marcó historia en esta comunidad.

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