Tras el ángelus el papa se desplazó a la conocida como “Specola”; el observatorio astronómico del Vaticano que hay en Castel Gandolfo.
No era un día cualquiera: era el aniversario de la llegada del hombre a la luna. Así que los responsables le mostraron las instalaciones.
E incluso buscaron la luna; teniendo en cuenta que es un poco difícil porque era de día.
¡Por fin la luna!
Les costó pero lo consiguieron.
Ahora el Vaticano comparte un observatorio en Arizona, donde hay menos contaminación lumínica para estudiar el cielo.
Estas instalaciones las impulsó precisamente León XIII. Se quería demostrar al mundo que la fe y la ciencia no eran incompatibles.
Y como guinda del pastel en un día tan señalado, el papa tuvo una videollamada con el astronauta Buzz Aldrin, el segundo hombre en pisar la luna tras Neil Amstrong y el último astronauta en vida de esa misión histórica del Apolo 11.
En redes, escribió que fue una bendición y un gran honor poder hablar personalmente con el papa.
JRB
