A Valeria Vargas Valverde, Carlo Acutis le obró el milagro. De estar a punto de morir a verla así, sin ninguna secuela, leyendo en la canonización de la persona que le salvó la vida.
LILIANA VALVERDE
Madre de Valeria
Carlo nos salvó a las dos. Salvó a Valeria y me salvó a mí también. Valeria es hija única. Entonces, cuando estás a punto de perder a la persona que más amas que, en mi caso, es Valeria y, de repente, suceden este tipo de cosas definitivamente cambias, cambias todo. Se te cambia tu vida totalmente.
Su hija tuvo un accidente casi mortal en bicicleta en Florencia. Tras viajar desde Costa Rica, decidió ir a Asís el 9 de julio. Apenas conocía a Carlo Acutis.
LILIANA VALVERDE
Madre de Valeria
Si alguien me pregunta a mí racionalmente qué me hizo tomar la decisión, yo no tengo una respuesta racional. Yo nada más sentí algo y, como decía Carlo, “no soy yo; es Dios”. Dios me usó de instrumento para esto: para ir, para pedir y pedir frente a la tumba de Carlo el 9 de julio por más o menos cuatro horas.
Fue salir del santuario donde está el cuerpo de Carlo y Liliana sintió que algo había pasado. Estaba convencida de que su hija sobreviviría.
LILIANA VALVERDE
Madre de Valeria
Cuando yo salgo de Asís para tomar el tren nuevamente para Florencia, yo salgo convencida de que Valeria iba a sanar totalmente, porque es importante que ustedes sepan que no solamente hubo una curación física, sino que el otro gran milagro fue que no necesitó terapia.
Desde el principio, para la madre de Valeria todo fue un milagro; una intercesión que ahora ha sido reconocida oficialmente por el Vaticano y el motivo que ha dado luz verde a que Acutis sea santo.
LILIANA VALVERDE
Madre de Valeria
Lo que puede haber es una convicción -yo siempre he sido muy racional- de que esto fue un milagro en toda regla. Y, de hecho, médicamente hablando, para los incrédulos, los médicos demostraron, por ejemplo, que ella cuando se accidentó, que fue un 2 de julio, y llegó con pre-muerte al hospital, ya el 18 de julio le hacen un TAC y el TAC demuestra que el cerebro está completamente desinflamado.
Liliana tuvo la oportunidad de conocer a Antonia Salzano, la madre de Carlo. Y consiguió agradecerle todo lo que un santo había hecho por Valeria.
LILIANA VALVERDE
Madre de Valeria
Uno de mis sueños era conocer a la mamá de Carlo porque para mí era lo más cercano que yo podía estar de él, de Carlo. Cuando la conocí en Asís, yo le doy a ella un abrazo fortísimo, efusivo.
Un abrazo de madre a madre unido por sus dos hijos. Valeria tiene una vida normal, como cualquier joven de su tiempo; la misma normalidad que se le reconoce a Carlo. Liliana recuperó a su hija y Antonia ya tiene la certeza de que su hijo santo está en el cielo.
CA
