“Es fácil echar la culpa a Dios. Pero no fue Dios que mató. No fue Dios que torturó”

 | 
03/10/2025
Descargar documento
Compartir

En este segundo capítulo de nuestro especial encontraréis:

  • El testimonio de Kateryna: una madre cuyo hijo murió en la guerra de Ucrania
  • El párroco ortodoxo de Bucha, escenario de la masacre de marzo de 2022: “Es fácil echar la culpa a Dios. Pero no fue Dios que mató. No fue Dios que torturó”
    Es el dolor encarnado.

Kateryna perdió a su hijo Makysm en junio de 2022, a los pocos meses de la invasión a Ucrania. Y han pasado ya tres años desde entonces.

KATERYNA RUDENOK
No hay mayor dolor que el dolor de una madre que ha perdido a sus hijos, tan jóvenes. No se puede describir con palabras, ni con nada. Lo único que… no soy la única madre a la que le ha ocurrido esto.
Mi hijo Maksym tiene dos hijos, un niño en tercer grado y una niña en sexto grado. Extrañan mucho a su papá. No se puede expresar con palabras, es simplemente imposible.

Aunque lo que no expresan las palabras lo expresa el llanto.

Kateryna es como una herida en carne viva. La herida de la guerra que ya supera el millón de muertos desde 2022. Más de un millón de familias que lloran ante las tumbas de sus seres queridos en cementerios sumergidos en un mar de banderas y cruces. Y eso, cuando sus cuerpos llegan de vuelta.

Cuando se le pregunta a Kateryna si, como creyente, está enfadada con Dios, responde esto.

KATERYNA RUDENOK
No. ¿Y en qué tiene la culpa Dios? La culpa es de las personas. No es culpa de Dios. Eso es lo que pienso. Quizás me equivoque. Pero eso es lo que pienso.

Es algo parecido a lo que responden desde Bucha. La localidad cercana a Kiev que fue objeto de esta masacre. Centenares de cadáveres amontonados en fosas comunes. Cuerpos calcinados y mutilados.

En la iglesia ortodoxa exponen estas fotos que demuestran las atrocidades que se vivieron en esos días

P. ANDRIY HALAVIN
Párroco ortodoxo en Bucha


La identificación de estas personas duró varios meses, porque muchos de sus familiares se habían ido de aquí. Pero casi todos los conocemos, a pesar de que algunos fueron quemados y otros quedaron tirados en la calle y sus cuerpos quedaron irreconocibles. Pero gracias, por ejemplo, a Francia, cuyos criminalistas trajeron consigo un laboratorio móvil. Se tomaron muestras de ADN de todos los cadáveres y, gracias a que estas personas también son locales, nos resultó fácil identificarlas. En este momento, casi todas las personas están identificadas.

Ahora todo se ha reconstruido. Y no queda nada que recuerde la matanza vivida al inicio del conflicto. Salvo este monumento.

P. ANDRIY HALAVIN
Párroco ortodoxo en Bucha


Muy a menudo nos hacen preguntas similares, especialmente: «¿Dónde está Dios? ¿Por qué Dios no lo detuvo?», y cosas por el estilo. Pero es muy fácil echar toda la culpa a Dios. No fue Dios quien vino aquí, no fue Dios quien mató, no fue Dios quien torturó, no fue Dios quien robó. Fuimos nosotros, los humanos. Y, por un lado, después de lo que vi, mi fe se hizo más fuerte.

Por eso desde Bucha piden justicia. Que los responsables de la masacre rindan cuentas por sus actos. Dicen que no es venganza sino justicia.

JRB

Anuncio en el que salen 3 ordenadores marca Medion y algunas especificaciones
Lo + visto
SÍGUENOS EN
Suscríbete a nuestra newsletter
magnifier