Los obispos estadounidenses se han pronunciado tras el tiroteo ocurrido el 24 de septiembre en un centro para migrantes en Dallas, que causó la muerte de una persona y dejó a otras dos en estado crítico.
El agresor era un hombre de 29 años, Joshsua Jahn. Según el director del FBI, el motivo podría haber sido político. El FBI compartió en las redes sociales imágenes de balas con mensajes en contra de este servicio para los migrantes.
Obispos de varias diócesis han emitido comunicados sobre el ataque. Por ejemplo, el arzobispo de San Francisco pidió renovar las oraciones:
En su esencia, una crisis espiritual. Se necesita mucha oración, de hecho, es esencial. No es algo irrelevante ni una excusa para simplemente reconocer la tragedia y seguir adelante. Sin ayuda desde arriba, no hay salida.
Todo ocurrió en medio de la Semana Nacional de la Migración, organizada por la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, y a las puertas del Jubileo de los Migrantes.
CTR
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